Hace mucho mucho tiempo, en la ciudad de Nazaret, vivía una mujer que se llamaba María. María amaba mucho a Dios y se iba a casar con José, que era un hombre carpintero. Después del matrimonio, a María se le apareció un ángel que le dijo que muy pronto tendría un bebé que se llamaría Jesús. Este bebé sería, además, el esperado Mesías.
Cuando José se enteró de que María tendría un bebé se sintió un poco confundido, pero otro ángel apareció en sus sueños y se encargó de explicarle que Jesús iba a ser el Hijo de Dios. De esta manera, José pudo entender perfectamente todo lo que ocurría.
Pasado un tiempo, José y María tuvieron que marchar a Belén. En esa época todavía no existían los coches y eso hizo que tardaran mucho mucho tiempo en llegar. A María le faltaba ya poco tiempo para dar a luz a su bebé.
Jonás era un hombre bueno que había sido escogido por Dios para predicar en la ciudad de Nínive. Nínive era una ciudad donde habían personas muy malas y por eso Dios quería que Jonás fuera allí para que los habitantes de esa ciudad cambiaran su forma de ser. Pero Jonás, a pesar de ser un hombre bueno, decidió huir en un barco hacia otro lugar en dirección opuesta porque le daba miedo ir a Nínive.
Entonces cuando Dios vio esto, quiso darle una lección a Jonás. Entonces hizo que el barco en donde iba, pasase por una gran tormenta. El barco se mecía muy fuerte de un lado para otro. Hasta que Jonás se dio cuenta de que había hecho mal en huir de Dios y que la tormenta era por causa suya. Jonás le pidió a los marineros que lo arrojen al mar porque era su culpa que estuvieran pasando por esa peligrosa tormenta. Los marinero no quisieron arrojarlo y no le creían lo que decía.
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Cuando José se enteró de que María tendría un bebé se sintió un poco confundido, pero otro ángel apareció en sus sueños y se encargó de explicarle que Jesús iba a ser el Hijo de Dios. De esta manera, José pudo entender perfectamente todo lo que ocurría.
Pasado un tiempo, José y María tuvieron que marchar a Belén. En esa época todavía no existían los coches y eso hizo que tardaran mucho mucho tiempo en llegar. A María le faltaba ya poco tiempo para dar a luz a su bebé.
JONÁS Y LA BALLENA
Entonces cuando Dios vio esto, quiso darle una lección a Jonás. Entonces hizo que el barco en donde iba, pasase por una gran tormenta. El barco se mecía muy fuerte de un lado para otro. Hasta que Jonás se dio cuenta de que había hecho mal en huir de Dios y que la tormenta era por causa suya. Jonás le pidió a los marineros que lo arrojen al mar porque era su culpa que estuvieran pasando por esa peligrosa tormenta. Los marinero no quisieron arrojarlo y no le creían lo que decía.
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